Cómo realizar nuestros Buenos Propósitos de Año Nuevo
y Lograr los Resultados que Deseamos experimentar en la vida.
Cuando el año comienza, muchísimas personas se hacen Buenos Propósitos para mejorar su vida. Sin embargo, son muy pocas las que consiguen hacer cambios satisfactorios y llevar a cabo aquello que anhelan.
Seguro que más de una vez te habrás preguntado por qué sucede esto. ¿Estamos predeterminados? ¿Los hilos invisibles de la trama de la vida son tan fuertes que no dejan margen de maniobra para hacer cambios? Y, si es así, ¿Qué nos condiciona? ¿La posición de los astros al tiempo de nuestro nacimiento? ¿Nuestra herencia genética? ¿La educación que recibimos?
¿Tenemos capacidad de cambiar? ¿Cuál sería el margen de acción? ¿Qué dice la ciencia actual al respecto?
Si podemos cambiar, ¿qué nos impide hacerlo? ¿Cuáles son los obstáculos internos que aparecen cuando queremos cambiar?
Te invito a que me acompañes para descubrir cómo es posible pasar de buenos propósitos a resultados exitosos.
Año nuevo, la misma vida
Cuando llega diciembre, inevitablemente, hacemos balance. Y junto a este repaso de lo que hicimos y dejamos de hacer durante esos 12 meses, nos hacemos buenos propósitos para el nuevo año.
Ya conoces la expresión popular de año nuevo, vida nueva, pero a menos que tomes la firme decisión de que esto sea así, cambia el calendario y tu vivirás la misma vida de antes.
Es posible que hayas iniciado el año con ganas de que sea diferente y mejor; con ganas de poner en práctica los buenos propósitos… pero quizás después de un tiempo, los Programas Inconscientes y las rutinas establecidas te hayan arrastrado a los viejos hábitos y, aunque el año es nuevo, tienes las mismas experiencias que el anterior.
¿Estamos (pre)determinados?
Hace unos días estaba dando una conferencia y alguien del público comentó que era una pena que no pudiéramos cambiar, porque estamos predeterminados.
En opinión de esa persona, la programación que los seres humanos llevamos encima es tan fuerte, que no podemos zafarnos de ella. El margen de maniobra es tan pequeño, que no merece la pena intentarlo.
Sin entrar en profundidades, te diré que, cuando se habla de determinismo, se sostiene que el libre albedrío no existe y que los seres humanos tenemos una vida fuertemente determinada por circunstancias que escapan a nuestro control.
Hay quienes creen en el condicionamiento genético. Es decir, que nuestra herencia genética determinaría quiénes somos y quiénes podemos ser en el futuro, con poco o ningún margen de maniobra por nuestra parte.
Otros hablan de determinismo ambiental o educacional. Estos dicen que la programación de la educación recibida es tan fuerte que no podemos desprendernos de ella ni modificarla.
Y tú, ¿Qué crees? ¿Te lo has planteado? Supongo que si me estás leyendo es que una parte de ti cree, o al menos quiere creer, que es posible cambiar y realizar aquello que nos proponemos.
Entonces, ¿Por qué la mayoría de la gente no consigue llevar a buen término sus buenos propósitos?
¿Qué dice la ciencia?
Aunque los fundamentos de la ciencia actual tienen casi cien años, seguimos manteniendo puntos de vista antiguos, que hoy ya no se sostienen.
La ciencia de hoy es la física cuántica. Es el nuevo paradigma científico, es decir el conjunto de explicaciones de cómo funciona el mundo que habitamos.
Hoy la ciencia explica que todo lo que pensamos ejerce una influencia inmediata de bienestar o malestar en nosotros, porque los pensamientos se comunican -a través de mensajeros químicos- con todas nuestras células.
Sabemos también que nuestra forma de pensar contribuye a crear las experiencias que tenemos en nuestra existencia. Esto significa que, entrenando nuestra mente, podemos enriquecer y desplegar nuestras capacidades intelectuales y emocionales, afectar a la materia y mejorar la calidad de nuestra vida.
Uno de los hallazgos más importantes de los últimos años en el campo de la neurociencia son las “neuronas espejo”. Estas neuronas tienen la capacidad de “reeditar” en nosotros lo que vemos en el otro, por eso se les llama “espejo”.
Gracias a las neuronas espejo, es posible también imitar la excelencia de otros seres humanos en aspectos que deseamos desarrollar: por ejemplo, imitar la felicidad, la serenidad o el éxito.
Hacer Realidad Tus Sueños
Estoy segura de que, en tu interior, bulle el deseo de una vida más óptima en algún aspecto. Aunque ya te guste como estás viviendo, siempre hay cuestiones que podemos mejorar, experiencias que deseamos realizar, anhelos del corazón que quieren ser expresados.
Déjame que te pregunte, ¿Cómo es la vida que sueñas? ¿Qué es lo que realmente deseas? Si pudieses hacer realidad tu sueño, ¿Qué harías? ¿Dónde vivirías? ¿Con quién? ¿Cómo sería tu día a día?
Cierra los ojos por un momento e imagina todo lo que deseas para tu vida.
¿Cómo te hace sentir todo eso que imaginas? ¿Te gustaría que fuese posible hacerlo realidad?
Pues sigue leyendo, tengo buenas noticias para ti.
Tienes el Poder de Crear Tu vida
Todos hemos hecho en nuestra infancia muchos aprendizajes sobre quiénes somos, cuáles son nuestros talentos, qué limitaciones tenemos y si nos merecemos -en mayor o menor grado- las cosas buenas de la vida.
Hemos aprendido a preocuparnos y a encontrar soluciones. Hemos interiorizado un sistema de creencias respecto a la realidad y guardamos memorias sobre nuestras experiencias y los sentimientos que nos produjeron. Con toda esta información, estamos contribuyendo a crear nuestra vida, aunque no seamos conscientes de ello.
La inmensa mayoría de los seres humanos pensamos persistentemente del mismo modo, tenemos las mismas reacciones emocionales, percibimos día tras día la misma realidad, hablamos y actuamos de la misma manera, pero queremos que ocurra algo diferente.
Como es fácil de suponer, si hacemos lo que siempre hemos hecho, obtendremos, una y otra vez, el mismo resultado.
Parece muy obvio, pero créeme, nos cuesta trabajo admitirlo. Porque la mayoría de los seres humanos esperan que la vida mejore como consecuencia de los milagros externos. Y, para que se produzcan esos milagros externos, necesitamos hacer cambios en nuestro interior.
Muchas personas dicen “a ver si la vida me trae esto”, pero a menos que sea una elección consciente y que te pongas a resolver en tu interior, seguirás repitiendo más de lo mismo.
Y, aún en el caso de que “la vida te lo traiga”, si no hay un trabajo interior, los mecanismos de autosabotaje, pueden hacer desaparecer ese resultado.
¿Qué te impide cambiar?
Como te decía, hemos interiorizado muchos programas inconscientes respecto a la realidad, a los demás y a nosotros mismos. Todo lo que experimentamos corrobora esos programas.
Te pondré un ejemplo. Si naciste en una familia donde sentiste desde el útero que no era “oportuno que vinieras”, si experimentaste abandono emocional en los primeros años de tu vida, porque tus padres estaban ocupándose de otros asuntos o no estaban disponibles emocionalmente, seguramente habrás interiorizado: “no es bueno ser yo” y “no merezco las cosas buenas de la vida”.
Así que, de un modo inconsciente, harás todo lo posible para que no te lleguen. Porque los programas inconscientes, activan los mecanismos de autosabotaje.
Autosabotaje es querer realizar algo y hacer todo lo posible para que no ocurra. De un modo inconsciente, queremos asegurarnos de darles la razón a nuestros programas inconscientes.
Y, por si esto fuera poco, ante los cambios se activa el miedo. Es un mecanismo de supervivencia muy antiguo. Al menos viene del tiempo de las cavernas, cuando salir del territorio conocido, ponía en peligro nuestra vida. Ese miedo cumplía la función de proteger nuestra vida.
Ahora, cuando queremos hacer algo diferente, cuando queremos salir del “territorio conocido”, aunque nuestra vida no peligre, se dispara el miedo.
A estas alturas estarás pensando que los deterministas tienen razón, pero espera. Hay un camino para salir de este círculo vicioso.
¿Cómo podemos pasar de buenos propósitos a resultados exitosos?
Lo primero es darte cuenta de que sólo por pensar en la vida que te gustaría o, en el mejor de los casos, por hacer una lista con tus deseos no vas a conseguir que se realicen.
Y, como ya te he dicho, no es cuestión de que la vida te lo traiga o que tú destino sea o no sea “eso” que deseas. Porque si no te dispones a crear con conciencia, entonces será todo lo que hay en tu inconsciente lo que “cree tu realidad”.
Recuerda que la ciencia actual dice que tus pensamientos están “afectando a la materia”. Recuerda que todo lo que piensas está contribuyendo a crear tu estado y que tu estado condiciona tu actitud y tus acciones.
Recuerda que traes “de serie” las neuronas espejo que te permiten, entre otras cosas, aprender lo que necesites para expandir tu poder interior y convertirte en la persona que necesitas ser para realizar la vida que deseas.
¿Qué necesitas hacer?
Necesitas tomar las riendas de tu vida y asumir la responsabilidad de lo que te esté sucediendo en tu experiencia. Deja de quejarte y de empequeñecerte. Eres una persona poderosa y capaz.
Necesitas cultivar, día a día, un estado de presencia consciente para dejar de alimentar los programas inconscientes y poder gestionar tus emociones.
Necesitas dejar de sostener el lenguaje que te incapacita, que activa los bloqueos emocionales y que te mantiene ligada a más de lo mismo.
Necesitas hacer las paces contigo y con tu vida, dejar de alimentar las heridas y desprenderte de la carga de dolor, a través del perdón.
Necesitas cultivar tu nueva visión de ti y de los buenos propósitos que quieres ver manifestados.
Necesitas comprometerte contigo y con tu propio plan de acción para ir de donde estás a dónde quieres llegar.
Necesitas pasar a la acción, con un plan coherente con tus objetivos y con quién eres ahora y la realidad que experimentas.
Necesitas soltar la impaciencia y desapegarte del resultado. Para disfrutar de cada momento y corregir el rumbo tantas veces como sea necesario, aprendiendo a fluir con las experiencias que la vida te traiga.
Necesitas cultivar la gratitud por todo lo que eres, has recibido, y tienes en tu vida.
Necesitas querer que suceda, creer que es posible y sentir en lo profundo de tu corazón que te lo mereces.
Necesitas pasar a la acción y hacer que ocurra.
Ana Jaraba©2016
Ana Jaraba Lorenzo
Muchas gracias Isaac por dejarme tu comentario. Lo aprecio mucho viniendo de alguien como tu, tan buen profesional y tan excelente ser humano. Un abrazo, Ana
Isaac Antonete
Gran post Ana, espero que muchas personas puedan beneficiarse de su contenido. Un saludo 😉