Algunos malentendidos sobre Perdonar
Hay algunos malentendidos respecto al perdón que es importante aclarar.
Cuando perdonas, no es que el otro tenga razón y tu estés equivocada.
Perdonar no implica que, si hubo delito, quede impune.
Tampoco significa que, cuando perdones, tengas que seguir relacionándote con la persona o personas con las que se produjo la experiencia dolorosa.
Y no implica olvidar lo que pasó. No es amnesia. El recuerdo permanece, pero las emociones se resuelven.
¿Qué sucede antes de Perdonar?
Cuando no has perdonado, emerge el recuerdo de lo que ocurrió y se activan las mismas emociones que entonces: enfado, rabia, impotencia, frustración, dolor, tristeza, culpa… No importa si han pasado dos minutos o treinta años, vuelves a sentir lo mismo.
Tus emociones se comunican, a través de mensajeros químicos, con todas las células de tu ser. De modo que, cuando mantienes esas emociones, tu cuerpo sostiene la misma química. Esto puede desencadenar un síntoma o una enfermedad si es continuado en el tiempo.
Además, todo lo que estás experimentando, emite una vibración eléctrica y magnética. Ese estado vibratorio con las emociones de culpa, resentimiento, rabia, etc. es de baja frecuencia.
Lo que vibra en ti, atrae experiencias de la misma naturaleza. De manera que, con todo eso puedes volver a atraer el mismo tipo de vivencias dolorosas.
¿Qué es Perdonar?
Perdonar es un acto interior. Es estar en paz dentro de ti.
Cuando perdonas, te permites liberar la energía de las emociones dolorosas.
Resuelves esas memorias limitantes inconscientes y puedes soltar ese pesado lastre del pasado.
¿Qué necesitas para Perdonar?
Para perdonar necesitas validar tu dolor. Reconocer que sentiste el daño, que causaste dolor o ambas cosas. No se trata de negar, ni de barrer bajo la alfombra. Es hacer un espacio para lo que ocurrió.
Además, es preciso gestionar las emociones que están asociadas a esa experiencia. Aprender a resolver esos sentimientos y permitir que se liberen. Invertir tiempo y energía en esto es muy importante.
Para perdonar, hay que tomar una decisión consciente y deliberada. Esto es lo más importante. Tener claro que sostener esa energía dentro de ti te hace daño y que eliges estar en paz.
El perdón incluye también el reconocimiento de que tus memorias limitantes han influido en que experimentes esa situación dolorosa. No es que lo hayas hecho a propósito. Es que, inconscientemente, estás repitiendo un programa, que estará ahí hasta que lo resuelvas. Tomar esta responsabilidad, ayuda a hacerte consciente de ti y también sirve para aprender de la experiencia.
Hay muchísimos métodos a tu disposición, porque en este tiempo, como humanidad existe la necesidad de resolver para poder crear una nueva realidad. Lo importante es encontrar uno que se adapte a tus características y necesidades.
Próximamente, te dejaré un video/artículo con una práctica para perdonar.
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Me interesa mucho conocer tu opinión y me comprometo a responder.
Ana Jaraba©2017
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